Las especies se consideran unidades básicas en varias ramas de la biología (incluyendo ecología, evolución, biogeografía y conservación) bajo el supuesto que son entidades reales y no simplemente categorías taxonómicas que agrupan organismos arbitrariamente. Más precisamente, las especies se conciben como grupos de organismos unidos por procesos genéticos y ecológicos (Templeton 1989, Barraclough 2019). Características genéticas y ecológicas de las especies (e.g., tamaño poblacional, uso de diferentes hábitats, distribución geográfica) se utilizan para estimar su riesgo de extinción en el futuro. Tales estimados del riesgo de extinción son la base para expresar el estado de conservación de las especies utilizando categorías como “en peligro crítico”, “en peligro” y “vulnerable”.